¿Son conscientes de la necesidad que tienen como pareja de crecer al ritmo de los desafíos que se les presentan con su familia?
“Y el niño crecía y se fortalecía, y se llenaba de sabiduría; y la gracia de Dios era sobre él” Lucas 2:40
LA LEY DEL CRECIMIENTO NATURAL
Todo organismo vivo tiene que desarrollar sus diferentes etapas de crecimiento para cumplir sus ciclos y finalmente morir. Por estas mismas etapas deben pasar las relaciones de la pareja que ha formado un hogar, pues su conocimiento empieza con esa interesante aventura que nace cuando los corazones sienten que la química los hace palpitar, va creciendo porque cada día las cosas demandan más compromisos, mayor responsabilidad y se fortalece con la decisión de no ser inferiores a los desafíos de la cotidianidad.
Unir nuestras vidas en matrimonio, ¡Oh que hermoso sueño hecho realidad!, pero justamente ese es el punto de partida para iniciar la aventura más larga de todas en la vida., y día a día hay que estar creciendo porque si uno de los dos se estanca, su vida en pareja va a tener dificultades que impedirán su avance a un buen ritmo.
Lo podemos imaginar como una pareja de caminantes que solos avanzan, desafiando todos los peligros: inclemencias climáticas, fieras del campo, escasés de alimentos y agua, resbaladas peligrosas, noches oscuras, ruidos extraños y todo lo que podría darse en un territorio desconocido.
Pero esos valientes aventureros finalmente llegan a la meta, abrazados, sonrientes, felices y dichosos por haber podido atravesar el largo, peligroso y desconocido camino que a muchos ha hecho desistir y abandonar la que hubiera podido ser su mejor y más maravillosa aventura de vida.